¿Quién no se alegra cuando ve una bandeja de pestiños en la mesa?
A todos nos trae recuerdos de muchas navidades, son uno de esos dulces que automáticamente nos transportan a momentos.
Pero, ¿sabías que los pestiños tienen una historia increíblemente larga? Se dice que fueron creados por los árabes durante su paso por España. En aquel entonces, se hacían con miel y harina. Con el tiempo, los cristianos españoles adoptaron la receta y la adaptaron a sus propios gustos, añadiendo ingredientes como el anís y la cáscara de limón.
Bueno… Después de esta pequeña clase de historia, ¿qué os parece si aprendemos a hacer nosotros mismos los pestiños? ¡Vamos!
Foto de Cocinatis
Ingredientes:
– 500 gramos de harina
– 250 ml de vino blanco
– 250 ml de aceite de oliva
– Ralladura de un limón
– 1 cucharadita de anís en grano
– 1 cucharadita de canela en polvo
– Aceite para freír (puede ser de oliva o girasol)
– Miel o azúcar para decorar
Preparación:
1. Calienta el vaso de aceite con la ralladura de limón y el anís en grano a fuego medio-bajo hasta que comience a aromatizarse. Luego, déjalo enfriar.
2. En un bol grande, mezcla la harina con la canela en polvo. Añade el aceite ya frío (colado para retirar la ralladura y los granos de anís) y el vaso de vino blanco. Amasa hasta obtener una masa homogénea que no se pegue en las manos.
3. Extiende la masa con un rodillo hasta que tenga un grosor de unos 2-3 mm. Corta la masa en rectángulos y une dos de sus esquinas para que queden con su forma característica.
Foto de Cocinatis
4. Calienta abundante aceite en una sartén y fríe los pestiños hasta que estén dorados. Es importante hacerlo a fuego medio para que no se quemen.
5. Una vez fritos, puedes pasarlos por miel caliente o dale un baño de azúcar.
Foto de Cocinatis
6. Colócalos sobre papel absorbente para quitar el exceso de aceite y déjalos enfriar antes de servir.
¡Y ya estarían listos para disfrutar!
