Se acerca la Romería de Santa Catalina, pero no mucha gente conoce la leyenda que hay detrás de su origen. Os la contamos:
El origen de la Romería de Santa Catalina
Para entender el origen de la devoción a Santa Catalina nos tenemos que remontar al año 1246, cuando la ciudad de Jaén era territorio musulmán y los cristianos intentaban conquistarla.
A la cabeza se encontraba Fernando III el Santo. Pero había un problema, la conquista estaba tardando más de lo esperado y Fernando III estaba a punto de rendirse. Pero la noche sucedió algo mágico.
Estando en sueños, se le apareció Santa Catalina de Alejandría entregándole unas grandes llaves. Cuando se despertó entendió que esas llaves eran las llaves de la ciudad y que Santa Catalina lo había apoyado a través del sueño. Así que aún no debía rendirse.
Al día siguiente, los musulmanes se rindieron y cedieron la ciudad a los reinos cristianos.
En agradecimiento a Santa Catalina, Fernando III construyó una capilla y a partir de ese momento, cada 25 de noviembre se celebra una romería en el cerro que lleva su nombre.
¿Cómo se celebra actualmente?
Esta fiesta se celebra en el Cerro de Santa Catalina. Empieza con unos actos religiosos: una misa en honor a Santa Catalina y una procesión por el castillo. Después se transforma en una celebración más familiar, en la que se pasa un día en el campo y se comen las comidas típicas del día como las sardinas, las migas, la carne o la paella. Todas ellas acompañadas de un buen vino y mucha alegría.
¡Jiennenses, disfrutemos de la Romería de Santa Catalina!
