Torre de los Aliatares

Torre de los Aliatares
24h
C. Obispo Narváez, 2, 23440 Baeza, Jaén
Precio del acceso: Entrada gratuita
¿Hay que pedir cita previa?: No

La torre de los Aliatares tiene una serie de curiosidades y anécdotas que hacen que este post te informe sobre ello en cuestión de 5 minutos. ¡Quédate!

Es una de las torres más importantes del recinto amurallado musulmán del siglo XII, su ubicación es estratégica, desde este torreón se controlaba la barbacana y la derribada Puerta del Cañuelo (en la actual Calle Compañía).

Es además uno de los pocos ejemplos que se ha mantenido del recinto amurallado derribado por Isabel la Católica en 1476.

Acerca del nombre de la torre hay muchas teorías al respecto, ya en la Edad Moderna se llamaba Torre de los Altares.

Se encuentra en la calle Obispo Narváez, 2

La Torre de los Aliatares es un punto de gran interés en Baeza

Esto se debe a que era una de las torres más importantes del recinto amurallado musulmán del siglo XII, ya que, desde su ubicación estratégica, se encargaba de controlar la barbacana y la derribada Puerta del Cañuelo. Además, es uno de los pocos ejemplos que se ha mantenido del recinto amurallado derribado por Isabel la Católica en 1476.

La torre mide 25 metros, con cuatro saeteras y rematada por una cornisa y almenas. Ha sido restaurada en numerosas ocasiones, añadiéndosele el reloj y coronada por las actuales almenas en el siglo XX.

Curiosidades y anécdotas sobre la Torre de los Aliatares

Supone Cozar Martínez, historiador local, se llamó así, porque individuos de esta tribu la poseyeron antes de la conquista de Baeza. Aunque la encontramos abundantemente documentada a partir del siglo XV, como torre de los Altares.
 Curiosamente, posteriormente se generan otras tantas anécdotas. En 1795 el Concejo solicita permiso para celebrar 6 novilladas a fin de costear un reloj para esta Torre . En el caso de sobrar algo se destinaría al arreglo de los acueductos y fuentes públicas pero no hubo suerte ya que no se sacó ni para el reloj.

El segundo fue un regalo electorero del hermano del conde de Romanones y el tercero, siendo alcalde D. Fernando Viedma Rodríguez.

A principios de este siglo, un comerciante de esta plaza se plantó en no retirar las cajas colocadas ante su establecimiento fue castigado a costear las almenas para la torre, a imitación de las del arco de Villalar. Y ahí las tienen.
Desde la antigua plaza de la Leña, pasamos a la contigua calle de San Pablo que conserva numerosas edificaciones del pasado. 

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