La iglesia de San Bartolomé, situada en la ciudad de Jaén es una de las más antiguas de toda la región. Se cree que fue constituida como parroquia en el siglo XIV y que se construyó entre los siglos XVI y XVII.
Suele pasar desapercibida, pero, en su interior se guarda un magnífico retablo que sin duda merece la pena ver. En su interior también, podemos ver un artesonado de estilo mudéjar.
La iglesia de San Bartolomé se encuentra ubicada en el casco antiguo de la ciudad, en una bonita plaza con su mismo nombre. Esta plaza es irregular. Tiene una gran pendiente que se suaviza con cantones de piedra. La plaza está delimitada por una serie de edificios señoriales entre los que destaca la Casa del Conde de Águila, también conocida como la Casa del miedo
Exterior de la Iglesia de San Bartolomé
El exterior del templo se compone por una fachada principal diseñada por el arquitecto Eufrasio López de Rojas (arquitecto que también diseñó la fachada de la Catedral de Jaén).
Esta fachada es muy simple, está formada por un arco de medio punto, una hornacina (la hornacina es un hueco del muro que está coronado por un arco semicircular. Se usa para colocar en él una imagen votiva, urna o estatua.). En este caso, la hornacina tiene una talla del Santo Titular, y por un frontón triangular (una sección triangular dispuesta sobre un entablamento, que descansa sobre columnas, en este caso con forma de triángulo equilátero)
Interior de la Iglesia de San Bartolomé
Retablo
Un retablo es una obra de arte pintada o esculpida sobre madera, piedra o mármol que se coloca detrás del altar y que normalmente representa escenas bíblicas o religiosas. Este retablo es obra de Sebastián de Solís. Posee valiosas pinturas del siglo XV, aunque faltan algunos ornamentos que desaparecieron en la guerra civil como la imagen titular. Este retablo se reformó en septiembre de 2021. Está en el centro de la iglesia.
El templo
Su interior es de estilo mudéjar. El templo es de planta basilical con pequeñas proporciones. La planta basilical es un tipo de planta que tiene su origen en edificios públicos romanos y que posteriormente se adopta por las iglesias cristianas. Se desarrolla mediante una nave principal alargada y otras laterales más bajas con filas de columnas entre estas. Se compone de tres naves separadas por tres arcos apuntados que se apoyan en gruesas columnas, con un ábside circular.
También destacan dos elementos:
- Una pila bautismal de cerámica verde vidriada con inscripciones góticas, del siglo XV, en estilo gótico-mudéjar. Se encuentra a la derecha del templo
- A la izquierda, la capilla del Santísimo y la Virgen del Carmen.
En el techo, hay un artesonado. El artesonado usa vigas huecas, llamadas cofres, para crear la ilusión de que el techo tiene profundas hendiduras.
Si pasas por el casco antiguo de Jaén debes venir sin duda a conocer la Iglesia de San Bartolomé. Además, la plaza en la que se encuentra tiene mucho encanto.
