El Arco de San Lorenzo es la única parte que se conserva de la antigua parroquia de San Lorenzo, construida entre los siglos XIII y XIV y derrumbada en 1825. La parte de iglesia que se conserva actualmente se corresponde con el ábside de la antigua parroquia de San Lorenzo. El ábside es el lugar donde se coloca el altar.
Entonces, si antes era una iglesia: ¿Por qué hay un arco?
Aunque pueda parecer que el arco es la puerta de una muralla, no es así. El arco que podemos ver, surge por la necesidad de superar el desnivel de la zona. Para no tener que cortar la calle con un muro al construir la iglesia, se decide colocar un arco apuntado. Este arco puede soportar de sobra, el peso de esa zona de la iglesia y permite que no haya que cortar la calle.
La historia del Arco de San Lorenzo
La antigua iglesia de San Lorenzo era pequeña, y con una sola nave, pero, lo que la hacía especial era la gran cantidad de tesoros artísticos que se encontraban en esta como un retablo de Ánimas, una tabla de Santo Domingo y San Bartolomé de la Cuesta y el legendario lienzo del Cristo de las Injurias. Se cree que aquí se dio sepultura al rey Fernando IV, el Emplazado. Y que además, en 1555, se bautizó aquí a un primo del rey Carlos I, Maximiliano de Austria.
En el arco también está sepultado Juan de Olid, el secretario del Condestable Miguel Lucas de Iranzo.
Pero en 1825, la iglesia se derrumba debido a su estado de abandono, y solo queda en pie la zona del arco. Esto hace que la gente se plantee derrumbar el Arco de San Lorenzo ya que supuestamente «era feo» y estovaba al tráfico. Lo que hizo que este arco aún siga en pie, es un grupo de jienenses liderado por Federico de Palma y Camacho. Ellos consiguieron que el Arco de San Lorenzo fuese declarado un monumento nacional.
Entonces, en 1969 el Arco de San Lorenzo se empezó a restaurar por parte del arquitecto Luis Berges Roldán y en 1982 pudo abrir finalmente sus puertas. Se entregó a la Asociación de Amigos de San Antón
Arquitectura del Arco de San Lorenzo
Posee un exterior sólido de piedra. El arco que podemos ver es apuntado, típico del estilo gótico. Si observamos su planta, o vemos el edificio desde arriba, es fácil notar que tiene forma de semicírculo.
Dentro, hay dos plantas. En la primera planta, se conserva una pequeña capilla dedicada a San Lorenzo.
En la segunda, encontramos el lugar donde estaban el altar mayor y sacristía de la parroquia. Toda esta planta está recubierta por zócalo de alicatado mudéjar con un gran valor artístico. Todo esta sala, está cubierta por una bóveda de ladrillo. Del centro de esta bóveda, hay un colgante de yesería del que engancha una lámpara votiva.
El arco, se comunicaba con una casa hasta que en 1968, el propietario la donó al Estado.
