Hace mucho, mucho tiempo, en las calles empedradas de la histórica ciudad de Úbeda, en Andalucía, España, surgió una delicia culinaria que se convertiría en una joya de la gastronomía local: los famosos «Buñuelos de Morcilla de Úbeda».
La historia cuenta que en el corazón de Úbeda, donde los aromas de la cocina tradicional se mezclan con la historia que impregna cada rincón de la ciudad, un cocinero local conocido por su creatividad en la cocina, se encontraba un día en su modesta cocina. Tenía una morcilla fresca, un ingrediente común en la región, pero quería sorprender a sus comensales con algo diferente.
Tomó la morcilla y la desmenuzó, mezclándola con una masa ligera y esponjosa. Agregó un toque de sal y especias locales, y luego, con manos expertas, formó pequeñas bolas que luego freiría en aceite de oliva caliente.
Mientras los buñuelos dorados se cocinaban, el aroma se extendía por la ciudad, atrayendo a curiosos y amantes de la buena comida por igual. La gente probó los buñuelos de morcilla y quedaron maravillados. El contraste entre la morcilla sabrosa y la masa crujiente era simplemente irresistible.
Pronto, los buñuelos de morcilla de Úbeda se hicieron famosos en toda la región. Los bares y restaurantes de la ciudad comenzaron a servirlos como una tapa especial. Con el tiempo, la receta se transmitió de generación en generación, y los buñuelos de morcilla de Úbeda se convirtieron en una tradición arraigada en la cultura culinaria local.
Y por si quieres probarlos en casa… ¡Aquí tienes la receta!
Ingredientes para una docena (dependiendo del tamaño de los buñuelos):
– 1 morcilla (puedes usar la variedad que más te guste, ya sea de cebolla, arroz, etc.)
– 100 gramos de harina
– 1 huevo
– 150 ml de leche
– 1 pizca de sal
– Aceite de oliva para freír
– (Opcional) Pimientos del piquillo o pimientos rojos asados para acompañar
Preparación:
– En un bol, mezcla la harina con el huevo.
– Agrega la leche poco a poco, removiendo constantemente para que no se formen grumos.
– Añade una pizca de sal y mezcla hasta obtener una masa homogénea.
– Retira la piel de la morcilla y desmenúzala con un tenedor en un bol.
– Añade la morcilla desmenuzada a la masa y mezcla bien hasta que esté completamente integrada.
– Calienta el aceite de oliva en una sartén profunda.
– Cuando esté caliente, toma pequeñas porciones de la masa con una cuchara y fríelas en el aceite hasta que estén doradas.
– Retira los buñuelos y colócalos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite.
(Opcional) Acompañamiento:
– Puedes acompañar los buñuelos con pimientos del piquillo o pimientos rojos asados. Estos le darán un contraste de sabor y color.
¡Sirve y disfruta!