Si echamos un vistazo a nuestro entorno nos preguntamos qué se esconde tras él. Miles de años ha estado el viento rompiendo en cada espacio y, a veces, el tiempo nos sorprende. Como lo sucedido en el embalse de Giribaile, donde por el bajo nivel del agua han quedado al descubierto varios asentamientos íberos y una villa romana.
El Instituto de Arqueología Ibérica de la Universidad de Jaén ha sido quien ha encontrado una villa romana y varios asentamientos íberos en el embalse del Giribaile. Estos trabajos arqueológicos comenzaron a principios de octubre en el paraje de Valcuenda, Rus.
Esta excavación viene motivada por el peligro que corren estos vestigios de sufrir daños por nuevas subidas del nivel del pantano. Tras la documentación de ellos, se verá la manera de protegerlos y ponerlos en valor para que puedan ser visitables.
Los investigadores de la UJA han llegado ha identificar una villa romana de entre el siglo I y el siglo II con una parte rústica, con hornos de producción cerámica, una almazara de aceite y estancias residenciales, y una parte urbana. «En un 90 por ciento se encuentra en una conservación excepcional e intentamos documentar el mayor número de restos, que están siendo muy prometedores»