En la localidad jiennense de Huesa tienen una peculiar forma de despedir el año. Esta es la Fiesta de San Silvestre, el patrón de la ciudad. Os lo contamos:
¿Qué se hace en la Fiesta de San Silvestre?
En primer lugar se adjudican los «cargos» de Capitán, Abanderado y Guinche. Estos son los encargados de organizar las fiestas patronales. Se eligen a sorteo y cada uno de ellos, además, debe organizar una celebración en su respectiva casa. El primer día el Capitán, el segundo el Abanderado y el tercero el Guinche.
La quema de los «Castillos del Santo»
La noche del 30 al 31 de diciembre se realiza en la plaza la quema de los «Castillos del Santo». Esta celebración es un ritual en torno al fuego en el que la gente canta, baila, come palomitas de maíz e incluso los más valientes, se atreven a saltar encima de las ascuas.
La procesión
El 31 de diciembre y 1 de enero los «cargos» acompañan a San Silvestre en una procesión, vestidos con los uniformes de gala del ejercito del siglo XVIII. Cuando la procesión acaba, el abanderado debe hacer una demostración de su habilidad con la bandera. Anteriormente, cada cargo iba acompañado de una escuadra de trabuqueros (un grupo de personas que llevan un especie de escopeta, más corta y más ancha) que disparaban al aire.
La subasta de los roscos de San Silvestre
Y por último se subastan los roscos de San Silvestre en frente de la Parroquia de la Virgen de la Cabeza, unos dulces de origen morisco que acompañan a San Silvestre durante la procesión. El precio de salida es de 30€ y se han llegado a pagar hasta 200€ por uno de estos roscos.
Con los fondos que se recaudan, se ayuda a financiar las necesidades de la parroquia.
Esta curiosa forma de despedir el año sirve para unir a la población del pueblo.