Las festividades tienen lugar durante el segundo fin de semana de julio, a viernes, sábado y domingo, momento en el cual el pueblo se sumerge en la atmósfera de la Edad Media. Las calles se adornan con estandartes de la Orden Militar de Calatrava, mientras que los residentes del municipio visten trajes históricos del siglo XIII.
Estos trajes son confeccionados por un taller de costura municipal exclusivamente para la ocasión o por los propios habitantes. Se recrean calles, tabernas, oficios, un mercado al estilo calatravo, torneos a caballo y espectáculos de combate protagonizados por los guerreros de la Orden Militar de Calatrava.