¿A quién no le han dicho alguna vez, sobre todo de pequeño, eso de «atácate»? Pues bien, nosotros hemos querido saber de donde viene esa expresión tan antigua y jaenera y te lo vamos contar, «con pelos y señales».
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Der. del ár. hisp. tákka, y este del ár. clás. tikkah ‘cinta para sujetar una prenda’.
1. tr. p. us. Atar, abrochar, ajustar al cuerpo cualquier pieza del vestido que lo requiere. U. t. c. prnl.
Pues sí, como otras muchas cosas de nuestra lengua, esta expresión es una de las cosas que heredamos de nuestros antepasados árabes y es que la pista ya nos la da el Real Diccionario de la Lengua Española confirmando nuestras sospechas.
La Tákka era una cinta o cinturón que antiguamente se usaba para sostener el pantalón o prenda inferior de la indumentaria, generalmente, que, al aflojarse, hacía que las entretelas sobresaliesen y se perdiese la compostura a la hora de vestir. Así, cuando nos decían «atácate», nos estaban queriendo decir que nos arremetiésemos la ropa por dentro del pantalón o nos apretásemos el cinturón para que no se nos fuera cayendo y así, no cogiéramos frío, seguramente.