37 años van desde la primera Carrera Urbana Internacional «Noche de San Antón». Y es que, su historia se remonta a mucho antes de lo que pensamos y mucho más lejos de Jaén.
Algo muy característico de la carrera Urbana Internacional ‘Noche de San antón’, son las antorchas que portan los espectadores de la carrera. Este es un símbolo propio de los Juegos Olímpicos. Y esto tiene un porqué.
La antorcha olímpica tiene su origen en el mito griego de Prometeo, el cual robó el fuego de los dioses para entregárselo a la humanidad. Antiguamente, las uniones se sellaban con una alianza de fuego. Y así se hizo en los juegos olímpicos modernos que quedarían unidos a los antiguos, en los cuales, lucía un fuego ardiendo en las sedes de estos. De esta manera, también se ha sellado la unión entre la carrera de San Antón y la fiesta religiosa, en la cual, se llevan a cabo rituales profanos por el paso de las estaciones o las labores agrícolas. Por esto, como en Olimpia, el fuego pasa de la llama eterna a la antorcha olímpica, es decir, de las lumbres a las antorchas que luego adornarán el camino animando a los corredores.
El símbolo del olivo tiene su origen en Atenea, diosa de la fertilidad y por quien la ciudad tomó este nombre, que se enfrentó a Poseidón por el patronazgo de esta brindándole lo que se consideraba el mejor regalo posible: el primer olivo. Y quién mejor que nosotros, los jiennenses, para entender la simbología del olivo, el trabajo duro y su permanencia.
Este año, más que nunca, debemos sentirnos orgullosos de nuestra carrera, antiguamente nombrada como Cross Popular, que tras casi cuatro décadas permanece y aumenta su recorrido a 10 km. Por esto, aspira a entrar en el Olimpo de las mejores 10km de España.
¡Jiennenses, tenemos unas tradiciones que valen oro! ¡A disfrutarlas!
